El aire comprimido es una fuente de energía esencial en muchos procesos productivos, que requieren cada vez mayor calidad del mismo. La contaminación en forma de agua, partículas sólidas, aceite lubricante, olores, sabores e incluso bacterias, cuya mezcla forma un sedimento abrasivo no deseado, que desgasta rápidamente la maquinaria neumática, bloquea válvulas y aumenta los costes de mantenimiento.
Una correcta filtración del aire al comprimirlo requiere el tratamiento del mismo en diversas fases del proceso bien diferenciadas. La primera de ella es la que denominamos fase de generación de aire comprimido que se da principalmente en el compresor y/o bomba de vacío, posteriormente hablamos del tratamiento en la línea de aire comprimido, y finalmente la fase de eliminación y/o gestión de los residuos o condensados que se generan, fundamental para mantener un nivel medioambiental óptimo del proceso, según la ISO 14000 y clave también para el ahorro de costes.
Desde Cartés proporcionamos el asesoramiento necesario para la implantación o mantenimiento de un óptimo sistema de aire comprimido, y suministramos los filtros para compresor y bomba de vacío, las carcasas, elementos, separadores de condensados, secadores de adsorción y secadores frigoríficos necesarios.
Esta completa gama se complementa con un amplio abanico de purgas, indicadores y recambios de alúmina, entre otros.